En ocasiones veo cosas, veo cosas que pueden ser, no lo que son. Y eso me pasó cuando vi esta riñonera tan pequeña en esa tienda de deportes tan grande.
No me valía ni para salir a caminar, a no ser que sólo llevara las llaves de casa, pero hoy en día salir sin el móvil es como salir descalza, imposible.
Tal cual la vi ya supe que le iba a coser un "anexo" para que cogiera lo que necesitara para salir con las manos libres. Con el neopreno encima de la mesa de haber cortado la boina publicada en la entrada anterior y del alijo de cremalleras que compré online escogí una de un fucsia bien cantón, a coser.
Enamorada de mi riñonera estoy.
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